¡Hola! En esta guía te enseñaré todo lo que tienes que saber sobre las bolas kegel, cómo usarlas, qué ejercitan, qué cuidados tener, entre otras cosas. Sé que te será de ayuda y sumará a tu salud sexual, para eso ¡quédate hasta el final!

Bien, los ejercicios kegel, que se pueden realizar con ayuda de las bolas kegel o con los propios músculos (hablaré de ello más adelante), ayudan a fortalecer el piso pélvico. Este es una serie de músculos que cumplen funciones como:

• Mantener los órganos de la pelvis (como el útero, la vejiga y los intestinos) en su lugar para que funcionen adecuadamente.

Cuando la musculatura está débil, pueden descender estos órganos (lo que se conoce como prolapso).

• Ayudan al control de los esfínteres (o sea, cuándo vas al baño).

Estos músculos rodean el ano (por lo que ayudan al control del esfínter anal), y en personas con vulva, también rodean el esfínter de la uretra (por lo que ayudan a controlar cuándo orinar). Para mayor referencia, checa la imagen de abajo.

Cuando la musculatura está débil, pueden existir fugas de los esfínteres durante movimientos repentinos, tales como toser, estornudar y reír. Esto ocurre porque los movimientos ejercen presión sobre la vejiga y el suelo pélvico es demasiado débil o lento para responder.

• Dan estabilidad a la columna por su relación con los músculos de la espalda baja y del abdomen.
• Están involucrados en nuestros orgasmos.

¿Te has dado cuenta que cuando tienes un orgasmo, sientes contracciones? Bueno, las contracciones vaginales, anales y de la zona del pene cuando tenemos un orgasmo, justamente se dan porque se tensa el piso pélvico.

Si existe una musculatura débil, cuando los músculos se contraigan no se sentirán las mismas sensaciones placenteras, a diferencia de si los músculos estuvieran más tonificados, donde se sentiría el placer con mayor intensidad.

¿Sabías que estas contracciones tienen razones reproductivas? Las contracciones de la vagina tienen el efecto de “jalar” el esperma para que suba hacia el útero y haya un embarazo, mientras que las contracciones en personas con pene ayudan a que se expulse ese esperma. Sabemos que el sexo penetrativo no es sólo con fines reproductivos, pero está curioso, ¿no crees?

En esta imagen puedes ver la conexión de los músculos con los esfínteres y la vagina.

Todas las personas tenemos piso pélvico y por lo tanto todxs podemos hacer ejercicios para fortalecerlo, y así mantener y mejorar las funciones que realiza.

Las bolas kegel sólo pueden ser usadas por personas con canal vaginal, pero si tu anatomía es diferente ¡no te preocupes! Puedes hacerlo con tus músculos.

De hecho, se habla más sobre el piso pélvico de personas que pueden embarazarse, porque estos músculos se debilitan en el embarazo y el parto… y ahí es donde entran las bolas kegel.

Estas las puedes encontrar con diferentes nombres (“Ben wa”, bolas de Geisha, esferas vaginales, etc.), en diferentes tamaños y pesos, y pueden estar hechas de metal, vidrio o silicona médica (estos materiales lisos impiden que se guarden bacterias).

Ahora sí…

¿Cómo escoger la bola kegel que usaré?

Con respecto al tamaño, escoge uno que se adapte más al tamaño del canal vaginal. Por ejemplo, si acabas de dar a luz, es posible que para ti sea mejor una bola mediana o grande, a diferencia de una persona que no haya estado embarazada y el canal vaginal esté menos distendido.  

Con respecto al peso, escoge la menos pesada. La intención es que, así como el ejercicio de cualquier otro músculo, paulatinamente vayas aumentando la dificultad.

Como siempre que intentamos algo nuevo, es importante que veamos los posibles riesgos. Si tienes alguna condición en la zona de la pelvis (o alguna duda en general) consulta a un profesional antes de hacer los ejercicios. Por ejemplo si estás recuperándote del parto, si has tenido cirugía, si usas el DIU, si has tenido dolores o infecciones en la pelvis, si la musculatura vaginal es delgada, si has tenido dolor en la espalda baja o áreas cercanas, si tienes una infección urinaria o infección de transmisión sexual, etc. 

¿Cómo se hacen los ejercicios?

A partir de este momento, te explicaré cómo ejercitar tu piso pélvico, con bolas kegel o sin ellas.

Bien, si vas a usarlas, te recomiendo que una semana antes hagas los ejercicios sólo con el músculo, con el fin de acostumbrarlo y perfeccionar la manera en que realizas el ejercicio. Esto es importante porque una técnica incorrecta podría ser contraproducente para tu salud.

Como había dicho, el piso pélvico es la serie de músculos que uno tensa cuando “se aguanta” para ir al baño. Los ejercicios para fortalecerlo implican tensar y relajar estos músculos a voluntad. Sabes que estás ejercitando los músculos correctos cuando tensas los músculos que usarías para detener la orina (en el caso de personas con vulva), así como los músculos que llegan hasta el ano. La sensación que daría es como que algo dentro de ti se levanta.

Corrige la manera en que haces los ejercicios si…

• Tienes la mandíbula tensa y/o contienes la respiración (porque eso empuja los músculos del diafragma, el abdomen y el piso pélvico hacia abajo, y es la dirección opuesta a la que quieres que se muevan).
• Aprietas los abdominales, los glúteos o los muslos, o bien si tensas los hombros o la espalda (¡grupo de músculos equivocado!).
• Haces los ejercicios con impaciencia y rapidez.

También es importante que cuando hagas estos ejercicios ya hayas ido al baño, porque la contracción y relajación en una vejiga con contenido contribuye a infecciones urinarias u otros problemas de salud.

Si uso las bolas, ¿qué debo considerar antes de iniciar?

• Revisa que las bolas no estén rotas o dañadas; lava tus manos y las bolas con jabón neutro (como el jabón Dove) para prevenir una infección.

• Para introducirla, escoge una posición cómoda. Puedes acostarte en tu cama o sentarte en la taza del baño.

• Pon un poco de lubricante en la bola y afuera de la vagina (y usa todo el que necesites), esto ayudará a que sea más fácil introducirla.

• Introdúcela lentamente, y hasta una profundidad que se sienta cómoda.

• Muchas bolas traen una colita para sacarlas (como un tampón), ésta la dejarás afuera (y si no tiene colita, no te preocupes, abajo te explico cómo sacarla).

¿Cuántas veces los hago?

Ahora que sabes qué músculos ejercitar, ténsalos como si aguantaras para ir al baño. Si usas las bolas kegel, también sentirás que se mueven con cada tensión y relajación.

Si es la primera vez que lo haces, recomiendo que hagas una semana repeticiones de cuatro, la siguiente semana repeticiones de cinco, y si estás usando las bolas,  posteriormente incrementes su peso.

Las repeticiones se ven así:

• 4x4x4: Sostén la tensión por cuatro segundos, y relaja por cuatro segundos. Esta es una repetición. Haz cuatro repeticiones, es decir cuatro veces tensión y relajación, para hacer un set.
• 5x5x5: Sostén la tensión por cinco segundos, y relaja por cinco segundos. Esta es una repetición. Haz cinco repeticiones, es decir cinco veces tensión y relajación, para hacer un set.

Con o sin bolas, realiza 3 sets al día, un set sentadx, un set paradx, y otro set acostadx. Hacerlo en estas tres posiciones ejercitará los músculos en un rango más amplio!. Ahora bien, es importante que estos tres sets los hagas en momentos diferentes del día, por ejemplo uno en la mañana, uno en la tarde, y uno en la noche en vez de hacerlos seguidos, ya que podrías forzar los músculos. De igual manera se recomienda un máximo de tres sets, ya que hacer más podría igualmente lastimarlos. 

¡Felicidades, ya sabes ejercitar tu piso pélvico!

Es muy emocionante ejercitarlo por todos los beneficios que traen a nuestra vida, sin embargo, ten presente que tensar los músculos por mucho tiempo o no tener un descanso entre sets, puede hacer que los músculos se lastimen, ya que necesitan poder relajarse y contraerse regularmente. Es mejor ir lento pero seguro para evitar dolor, incomodidad, sexo doloroso o problemas de vejiga que resultaría de un músculo dañado.

¿De qué otra manera puedo usar las bolas kegel?

Otra manera de ejercitar el piso pélvico es realizando actividades cotidianas con las bolas kegel dentro. Puede ser trabajar, caminar (¡como lo viste en mi video!), ir al supermercado, cocinar, etc.

Cuando tú estás en movimiento, la pesa de las bolas se mueve y naturalmente se tensa el músculo, haciendo que se ejercite.

Lo importante es dejarlo MENOS de cuatro horas, porque el piso pélvico necesita relajarse. Dejarlas más tiempo también sería contraproducente para los músculos.

Si quieres intentarlo, introdúcelas y camina un poco para asegurarte que no es incómodo y que podrás realizar tus actividades.  

Y ahora… ¿cómo las saco?

Para quitar las bolas ponte en una posición cómoda, acostada o sentada. Puedes poner más lubricante en la entrada de la vagina para sacarlas. Con cuidado y lentamente, jala la colita hasta que la bola salga.

Si no tiene algo con qué jalar, puedes sentarte en la taza del baño con las piernas abiertas (después de haberte lavado las manos y de preferencia con uñas cortas para no lastimarte). Puja y mete dos dedos para usarlos como pinza y sacar la bola. No te fuerces a hacerlo rápido, toma el tiempo (y el lubricante) que necesites.

Con cola o sin cola, para que puedas sacarla justamente necesitas que el músculo esté relajado, así que no entres en pánico si no salen. Respira, y tranquilamente intenta sacarlas. Escucha a tu cuerpo. ¡Tú puedes!

¿Cómo las cuido?

Una vez que sacaste las bolas, de nuevo lávalas con agua y jabón neutro. Sécalas con palmaditas con un trapo o toalla pero que NO deje residuos de tela (estas basuritas podrían contribuir a una infección).

Una vez secas, guárdalas en la bolsa o cajita en la que venían hasta que las uses de nuevo. Tus bolas deben estar en un ambiente seco para evitar que se acumule humedad y bacterias.

Para evitar una infección, no compartas tus bolas kegel con otra persona.

Por último…

Si un profesional de la salud (médicx, sexólogx, etc.) te sugirió hacer estos ejercicios, pregúntale sobre las repeticiones y sets, así como el tamaño y peso de las bolas apropiados para ti. 

Si después de usar las bolas kegel sientes dolor, regresa a hacer los ejercicios sólo con el músculo, porque es posible que tus músculos necesitan mayor preparación. De igual forma, ante cualquier duda consulta a un profesional de la salud.

Puedes dejar de ejercitar tu piso pélvico cuando sientas una mejora significativa (por ejemplo, si empezaste a usarlos para detener las fugas y estas ya no se presentan), cuando sientas que tensas los esfínteres “de más” (por ejemplo, que el músculo esté tan tonificado que se tense y no te des cuenta que tienes que ir al baño) o bien cuando te lo indique el profesional de la salud que te recomendó estos ejercicios.

¡Espero que esta guía te haya sido de ayuda! No olvides seguirme en @sex.monicacruz para más información de sexualidad, ¡y más colaboraciones con Spasmo!

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